martes, 7 de julio de 2015

Comentarios o Análisis

Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama

Es la tercera y última etapa de la sesión de psicodrama, en la cual el grupo discute y analiza la dramatización. El auditorio, influido y comprometido por lo ocurrido en el contexto dramático,  comunica sus pensamientos, emociones  y vivencias,  agregando de esta manera elementos personales a lo dramatizado. El protagonista recibe y se enriquece con este cúmulo de experiencias que el grupo pudo tener gracias a su trabajo y a su esfuerzo por superar las situaciones conflictivas que puso en escena en el  aquí y ahora de la dramatización.  El Director, por su parte, aporta su análisis buscando un mayor esclarecimiento y compresión de lo acontecido con el protagonista en el contexto dramático. Su intervención se basa en señalamientos y elaboraciones intelectuales,  enfatizando o esclareciendo  aspectos de lo ocurrido, pero nunca interpretando. Ello se debe a que  la catarsis de integración, que dio lugar al insight psicodramático, posibilita el descubrimiento de una estructura nueva, superior y liberadora frente a los problemas que lo aquejaban. El paciente realiza un aprendizaje para la vida integrando pensamiento, sentimiento y acto en un todo coherente, espontáneo y liberador.  Por esto, el paciente NO requiere de los códigos personales del terapeuta, es decir, no necesita de su interpretación de lo ocurrido.  

Al terminar la sesión, los integrantes del grupo llevan al contexto social las vivencias y resultados de la sesión, cerrando el ciclo: grupo – individuo – grupo, de la terpia psicodramática.

jueves, 2 de julio de 2015

La técnica de construcción de imágenes

Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama

La técnica de construcción de imágenes en el Psicodrama Terapéutico ha sido uno de los aportes que el Dr. Jaime Rojas Bermúdez (1984) realizara para la etapa de Dramatización.  Su característica principal reside en la creación, por parte del Protagonista, de una imagen (estatua), que luego irá enriqueciendo con contenidos y significados.

Muy sintéticamente, la misma consiste en la construcción, a partir de una "situación real" de una reproducción fotográfica (estática) o estatua significativa a la que se llama "imagen real". Posteriormente se realiza una simbolización de ésta, a la que se denomina "imagen simbólica". Mediante la "imagen real" se permite al protagonista, la confrontación de su imagen interna (representación) con la imagen externa (construida, concreta, presente) y sus mutuas influencias. A su vez, la imagen simbólica permite observar la capacidad de abstracción del protagonista, así como la selección, jerarquización y síntesis de elementos que utiliza de la imagen real para pasar a la simbólica. Las posibilidades terapéuticas de la técnica se relacionan con la visión estructural que permite de las situaciones conflictivas planteadas, así como el comprender y darse cuenta de su dinámica.

“Como es conocido por los psicodramatistas, la técnica de construcción de imágenes no moviliza como la Dramatización con juego de roles, ya que estimula y promueve la elaboración intelectual por sobre la afectiva. Además, al inmovilizar el cuerpo y los elementos representados, limita la vivencia global que posibilita el actuar. Otras técnicas psicodramáticas están relacionadas con la construcción de imágenes o con el tratamiento simbólico de situaciones reales y son utilizadas con gran valor evaluativo, diagnóstico o terapéutico. Por ejemplo, el Test de Roles, el Test de Evaluación de Areas del Núcleo del Yo, la Valoración Estructural del Si Mismo Físico, la Realización Simbólica, La Proyección al Futuro y otras” (Forselledo, 2008).

Siguiendo a Rojas Bermúdez (1997), hay dos formas principales de abordar los elementos conflictivos durante la dramatización: 1) el juego de roles  y 2) las imágenes.  El Director, al construir su hipótesis dramática, considera el material anecdótico aportado por el Protagonista. Si dicho material es primordialmente emocional y vincular, trabajará con juego de roles.  Por el contrario, si el material es más “mental” (perceptual, intelectual, oscuro, olvidado, imaginado, etc.) utilizará las imágenes. Del mismo modo y como se mencionó más arriba, si el material es afectivo y vincular pero extremadamente movilizador, el Director también podrá utilizar las imágenes dado su menor compromiso  emocional.

La imagen creada por una persona evidencia el “modo” en que la persona percibe el tema representado, pero mostrando aspectos ocultos o inconcientes, que se le “escapan” o que no controla de modo intelectual y conciente. El Yo de la persona controla la imagen que se construye pero lo que se muestra, revela aspectos mucho más profundos de su mundo interno.

El Protagonista, al construir la imagen en el escenario, no sólo se enriquece por el valor objetivador que significa verla desde afuera,  esto es, ver su propia producción, sino que se enriquece con los aportes del Auditorio. Este objetiva, analiza y devuelve,  desde sus percepciones individuales, la confrontación de lo que se hizo, con lo que se quiso hacer o representar y con lo que los demás sienten y piensan de ello.

“La construcción de imágenes es un acto creador, donde la persona va haciendo un ejercicio de reflexión. De este modo mientras construye la imagen y realiza los movimientos motores necesarios para ello va elaborando su vivencia. El proceso de construcción en sí también revela una valiosa información sobre la forma de relación con el espacio dramático, mostrando su forma de instrumentar las partes en relación al todo, utilizando un ritmo concreto y comunicando con su lenguaje corporal. Si el juego de roles “es la línea de lo vivencial, de las emociones” la imagen “es la línea de lo intelectual, de la comprensión global: de las estructuras de pensamiento, de las sensaciones y de las acciones.” (Rojas Bermúdez, 1997). La técnica de construcción de imágenes tal y como la plantea Rojas Bermúdez (1997) consta de dos pasos: (1) la realización en el escenario de la imagen, quedando siempre el/la protagonista fuera de la misma para poder observarla, y (2) el paso de la persona por cada uno de los elementos que componen la imagen, realizando el soliloquio correspondiente. Es decir, colocándose en las diversas partes y adoptando la postura corporal que se ajuste más a lo representado da voz a lo que desde esa posición piensa y siente. A partir del material que se ponga de manifiesto el/la terapeuta utilizará las variedades técnicas (como creación de imágenes anteriores y posteriores o ideales y temidas) que crea más convenientes (…)”(Roselló Rey, 2013).

- FORSELLEDO, A.G. “BIPOLARIDAD EXISTENCIAL Técnica de confrontación por imágenes simbólicas”. Serie: Temas de Psicodrama. Publicaciones de UNESU. Montevideo, 2008.

- ROSSELLÓ REY, E. “Uso de la técnica de construcción de imágenes en terapia individual desde el enfoque de psicodrama”. Apuntes de Psicología Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, 2013, Vol. 31, número 3, págs. 421-426. Universidad de Cádiz, Universidad de Córdoba, España.

- ROJAS BERMUDEZ, Jaime G. "Qué es el Psicodrama" Buenos Aires, Ed. Celcius, 1984.
  
- ROJAS BERMUDEZ, J.G. “Teoria y Técnica Psicodramáticas”. Ediciones Paidos Ibérica, S.A. Primera Edición. Barcelona, 1997