martes, 6 de octubre de 2015

Psicodrama con Títeres
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama

Esta es una variante técnica muy utilizada en el tratamiento de niños, como un complemento o recurso a aplicar en algunos períodos en los que los niveles de angustia son muy elevados, por ejemplo, a los comienzos del tratamiento.

Rojas Bermúdez ha introducido los títeres en el tratamiento con psicóticos crónicos ("Títeres y Psicodrama", Ediciones Genitor, 1968) para facilitar el caldeamiento y la participación de los enfermos en la Dramatización. La experiencia de Rojas con psicóticos se realizó en el Hospital Borda de la ciudad de la ciudad de Buenos Aires, con personas que tenían más de 10 años de internación y cuyo estado revelaba un extremo ensimismamiento y retracción con una progresiva pérdida del contacto con el medio social inmediato.

El títere, como "Objeto Intermediario", focaliza la atención del paciente y éste, por estímulo del Director, comienza a dialogar con aquél. Como consecuencia, emerge un Protagonista que pasa al Escenario y participa de la Dramatización con la intervención de los títeres manejados por los Yo-auxiliares y luego por el propio paciente.

Los títeres facilitan la Dramatización y el contacto con el paciente.

El fundamento de los títeres es que dosifican los mensajes que normalmente pueden ser decodificados como peligrosos por el paciente psicótico, logrando un vínculo precario por intermediación de este objeto. Por ejemplo, mientras el rostro humano envía 100 mensajes, se calcula que el títere emite 5.

La fundamentación de esta técnica, basada en la teoría del Esquema de Roles (Rojas Bermúdez, 1979) es que los protagonistas utilicen roles poco desarrollados o sumergidos en el Si Mismo Psicológico para la expresión de emociones, sentimientos, afectos e ideas que no han podido hasta el momento traducirse en comportamientos sociales adaptativos.

A nivel del trabajo con niños, pretende incorporar en forma controlada la “vivencia”, para el enfoque de temas dolorosos como violencia familiar, separación de los padres, trastornos de conducta, trastornos del control esfinteriano, etc.

El proceso se inicia con la construcción de dos Títeres por miembro del grupo. Esto permite la aproximación a la técnica desde sus orígenes. El títere nace de cada participante, es moldeado y pintado por él. Es vestido por él y luego es identificado con un nombre propio. De esta manera se constituye en un producto de la proyección de partes de su personalidad y, por tanto, es pasible de una correcta identificación.

Una segunda etapa, está constituida por algunos juegos de manejo del títere, a los efectos de que los participantes se familiaricen con la coordinación visomanual del mismo.

Una tercera etapa da inicio a las primeras dramatizaciones espontáneas: Presentación de los personajes (cada niño presenta sus dos títeres y habla de quiénes son y cómo son sus vidas), interacción entre varios participantes con uno de los títeres y análisis de las historias surgidas.

Una vez que protagonistas y auditorio, están en el clima apropiado, el monitor puede intervenir desde afuera o introducir un Yo-auxiliar para inducir el diálogo sobre los temas que los participantes no hubieran planteado.

De acuerdo a las necesidades de la situación planteada, el o los protagonistas conjuntamente con el Director y el auditorio, comentarán y tratarán de comprender lo ocurrido en la Dramatización, refiriéndose exclusivamente al juego y evitando las referencias personales. Si la historia quedó inconclusa, se pueden discutir distintas alternativas de desenlace y luego pasar a dramatizarlas.

Se evidencian así los elementos más significativos de las situaciones surgidas y se obtiene una opinión grupal que se enriquece con la "vivencia controlada" de la dramatización con títeres.

EL TITERE MOTIVA EMOCIONALMENTE AL NIÑO PARA UN APRENDIZAJE QUE FACILITA:

* Modificar conductas
* Incentivar la creatividad
* Promover la espontaneidad
* Desarrollar su sentido estético
* Enriquecer su caudal imaginativo
* Enriquecer su expresión verbal
* Perfeccionar su sensibilidad auditivo-visual
* Adquirir conocimientos
* Desarrollar sus destrezas psicomotrices
* Expresar conflictos.


Referencias:

FORSELLEDO, A.G. “Niñez en Situación de Calle Un Modelo de Prevención de las Farmacodependencias basado en los Derechos Humanos”. IIN/OEA. Segunda Edición. Montevideo, 2002.
ROJAS BERMÚDEZ, J.G."Títeres y Psicodrama", Ediciones Genitor. Buenos Aires, 1968.
ROJAS BERMÚDEZ, J.G. “El Núcleo del Yo”. Ed. Genitor, Buenos Aires, 1979
ROJAS BERMUDEZ, Jaime G. "Qué es el Psicodrama" Buenos Aires, Ed. Celcius, 1984.