Caldeamiento en el psicodrama terapéutico: Etapa de la
sesión y técnica.
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama
Al inicio cada sesión de psicodrama terapéutico, el
grupo inicia las interacciones con comentarios informales de la realidad social
que acaba de dejar atrás (Contexto Social), para quedar inmerso en la realidad
del grupo terapéutico (Contexto Grupal). Es usual que en este momento hayan
silencios prolongados, murmuraciones, diálogos de a dos o tres pacientes.
Algunos de ellos tratan de comunicarse en voz baja, por lo que el Director
solicita que “socialicen” sus comentarios a fin de que todos puedan participar.
También se habla de lo que ocurrió en la sesión anterior y aparecen algunas
anécdotas o situaciones que van orientando la atención del grupo y de la Unidad
Funcional (Director y Yo-auxiliares).
El Director va ordenando la comunicación siguiendo los
canales por donde van surcando las tensiones individuales y grupales, así como
las necesidades expresivas de los pacientes, sus emociones manifiestas y los
focos de resistencias que pueden percibirse. Toda esta etapa de intercambios
entre los pacientes y entre estos y la Unidad Funcional, corresponde al
caldeamiento inespecífico en el Contexto Grupal.
Una vez que la atención grupal se focaliza en una
persona, en un tema o en el grupo mismo, el Director decide si va a trabajar o
no con ese emergente. A partir de este momento comenzará a caldear al
protagonista por lo que la etapa es la de caldeamiento específico para el
mismo.
En el Contexto Grupal el Director solicita que el
emergente ofrezca más información sobre la situación o anécdota original. Se
“amplifica” la misma con lo aportado por el emergente y los comentarios de los
demás miembros del grupo. El Director orienta las preguntas hacia la puesta en
escena que va proyectando realizar, se habla de los distintos roles y
situaciones involucradas.
A partir de aquí, se pasa al Contexto Dramático y el
Director comienza a construir la puesta en escena junto al Protagonista. Se
inicia ahora el caldeamiento específico para el rol.
Preparar al Protagonista para la acción implica
necesariamente este cambio de contexto ya que, mientras está en el grupo, lo
privilegiado es lo verbal y la pertenencia a la realidad grupal. El grupo
contiene y critica, protege y juzga, pero siempre en el nivel de la anécdota,
de la historia relatada, del pasado. El pasaje al Contexto Dramático implica la
incorporación de lo tridimensional, de lo corporal, del presente vivencial (el
“aquí y ahora”) y, primordialmente, de la “acción”. El Director pues, arma la
puesta en escena con el Protagonista y lo prepara para que comience a actuar, y
así ponga en juego los roles implicados en la situación elegida. Para ello
utiliza a los Yo-auxiliares quienes serán los responsables de involucrar y
comprometer al Protagonista con la situación dramática. Este es el caldeamiento
desde el rol.
El Director puede utilizar técnicas de juego de roles,
inversión de roles, espejo, expresión corporal, danza, etc. para lograr el
caldeamiento necesario para la dramatización.
El caldeamiento en su conjunto y en sus diferentes
momentos, prepara al Protagonista para la dramatización al contraer el Sí Mismo
Psicológico (SMP) y con ello, disminuir la tensión del campo. El campo
psicológico del Protagonista es ahora un campo de “juego” y de “aprendizaje”, lo
que es esencial para el acto terapéutico que habilita el descubrimiento de
soluciones, la incorporación de lo conflictivo y desconocido, el aprendizaje y
desarrollo de roles y la catarsis de integración.
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