El Soliloquio y el Aparte
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama
Concepto y diferencia entre ambas variantes
Durante la dramatización, el Director solicita al Protagonista
que haga una pausa y exprese en voz alta los pensamientos y sentimientos que le
despierta la situación que se está desarrollando.
Cuando se está desarrollando la dramatización con
técnica de imágenes reales y simbólicas, el Director pide al Protagonista que
asuma la forma física de cada imagen y diga en voz alta lo que piensa y siente
desde esa posición.
Una variante de esta técnica es el llamado “aparte”,
que se aplica cuando el Protagonista está dramatizando y el Director le indica
que, sin abandonar la interacción, diga lo que piensa y siente pero indicando
con algún gesto que lo que va a expresar no corresponde al diálogo en curso (por
ejemplo, mover la cabeza hacia un lado).
En el caso del “aparte”, el soliloquio no debe ser
considerado por el interlocutor, pero es relevante para el trabajo psicoterapéutico
ya que aporta información verbal de lo que acontece en el interior del
Protagonista en la situación que se dramatiza y puede modificar actitudes,
facilitar el insight psicodramático, o modificar las hipótesis terapéuticas del
Director.
Debe tenerse en cuenta que el soliloquio en su sentido
original, “enfría” las situaciones que se dramatizan, al parar el juego de
roles para aplicarlo o al trabajar con imágenes que son estáticas y menos
movilizadoras que aquél. Por el contrario es extremadamente recomendable
utilizarlo cuando se trata de situaciones muy movilizadoras o que propician
resistencias en el Protagonista para el ejercicio de sus roles.
Surgida inicialmente en el teatro, la técnica del
soliloquio le pone voz a los sentimientos y pensamientos del personaje que está
dramatizando con el atributo “mágico” de que los demás roles complementarios
que se están jugando no lo oyen.