Agresividad, agresión y violencia en el Psicodrama
Segunda Parte
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama
“El psicodrama es un método vivencial cuyo
núcleo reside en la escenificación de situaciones reales e imaginarias tanto
actuales como pasadas y futuras” (Moreno, 1966).
Citando el artículo “Alcances del Psicodrama”
(Forselledo, 2015) “En el terreno psicoterapéutico (…)el psicodrama tiene
objetivos específicos sobre los que el Director construye sus hipótesis dramáticas
y terapéuticas. Entre otros:
- Ayudar a modificar los patrones de relación con los
demás y con uno mismo, ofreciendo la posibilidad de vivenciar alternativas a la
realidad personal actual.
- Tomar conciencia de pensamientos, sentimientos, motivaciones,
conductas y relaciones que pueden ser conflictivos u obstaculizar el desarrollo
de una vida autónoma y satisfactoria.
- Realizar un reaprendizaje de vida desarrollando,
potenciando y ejerciendo al máximo la espontaneidad y creatividad.
- Mejorar las relaciones interpersonales en los
contextos de pareja, familiar y social.”
- Integrar afecto, pensamiento y acto."
El psicodrama ayuda al paciente a explorar y tomar
conciencia, mediante la dramatización, de aspectos tales como la agresividad
ligada a la autoafirmación, las conductas agresivas, y las situaciones en las
que se pudieran desencadenar episodios de violencia, experimentándolas en el
“aquí y ahora” de la sesión.
Al facilitarse la expresión emocional, el paciente
puede reconocer sus contenidos, y mejorar su manejo. Por ejemplo, las emociones
y sentimientos asignan un objeto a la conducta, operando como factor motivador.
Agredir a alguien como acto, tiene una motivación que el paciente necesita
reconocer o aún descubrir.
Como en cualquier otra expresión yoica, el acto
agresivo puede ser desentrañado; enriqueciendo al paciente en cuanto a su
capacidad de descubrir y modificar los patrones de relación con los demás y
consigo mismo y encontrar alternativas más satisfactorias para su realidad
personal.
El psicodrama permite profundizar en el significado de
las relaciones cargadas de agresión, los roles y los actos agresivos, sus
vínculos y su contexto. Utilizando técnicas como el juego de roles y la
inversión de roles se puede estimular la expresión de la agresividad y así
vislumbrar los aspectos antes mencionados. En casos en los que la agresividad
está bloqueada o los actos agresivos son intensamente reprimidos, se puede
trabajar con objetos intermediarios (títeres, máscaras, bolsa elástica, etc.) a
los efectos de “liberar” la expresión agresiva y así elaborarla con el
paciente. En algunas ocasiones el trabajo con la técnica de “silla vacía”
permite alcanzar el mismo objetivo.
En los casos en los que la agresividad y los actos
agresivos tienden a expresarse abiertamente o están cercanos a la pérdida de
control por parte del Yo, es útil trabajar con técnica de imágenes. Las
imágenes reales y simbólicas hacen que los contenidos puedan ser objetivados
por el paciente sin la repercusión emocional que implican los mismos.
Referencias:
FORSELLEDO, A.G. “Manual Práctico de Psicopatología”
Publicaciones de UNESU. Montevideo, 2009.
FORSELLEDO, A.G. “Alcances del Psicodrama” Temas de
Psicoterapia de Grupo y Psicodrama. 2015 Fuente: http://temasdepsicoterapia.blogspot.com/p/alcances-del-psicodrama-ariel-gustavo.html
- MORENO, J. L. “Psicoterapia de grupos y psicodrama”
FCE México, 1966.
- ROJAS BERMUDEZ, J.G. “Teoria y Técnica
Psicodramáticas”. Ediciones Paidos Ibérica, S.A. Primera Edición. Barcelona, 1997.
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