Dramatización con Anticipación Simbólica
(en pacientes con distimias depresivas neuróticas)
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama
Fundamentación
A. G. Forselledo sostiente en su trabajo “Bipolaridad
Existencial. Confrontación por imágenes simbólicas” (2008): “Según Jean Piaget,
toda conducta, tratándose de un acto desplegado al exterior o interiorizado en
pensamiento, se presenta como una tendencia a la adaptación o readaptación.
Las conductas, a medida que adquieren complejidad,
operan funcionalmente a distancias cada vez mayores en el espacio (percepción-
si mismo Psicológicos y factor TELE) y en el tiempo (memoria, anticipación
simbólica, fantasías) siguiendo trayectorias cada vez más complejas, en su
carácter de ser la expresión de un SER SIMBOLICO.
Otro elemento fundamental aportado por Moreno y que se
vincula tanto a la dinámica del Esquema de Roles y Núcleo del Yo, como a los
procesos de Asimilación en la adaptación, es el denominado Factor TELE. Este es
el conjunto de procesos perceptivos que le permiten al Yo la valoración
correcta de su mundo circundante mediante pautas de atracción o rechazo. A
medida que la persona madura fisio-psicológicamente, el factor TELE se
desarrolla con mayor complejidad. Surge un TELE para objetos, un TELE para
personas, un TELE para objetos imaginados, un TELE simbólico para aspectos
internos de si mismo.
El factor TELE correlaciona conceptualmente con los
polos de atracción y rechazo de la topología y con la bipolaridad existencial.
Cada hombre se caracteriza psicológicamente por lo que quiere y por lo que no
quiere ser. En el nivel axiológico, el hombre no es uno u otro de estos
aspectos, sino que lo característico es la existencia de ambos en cada
individuo.
Como resultado, el hombre es "aquí y ahora"
lo que intenta ser y lo que intenta no ser.
El hombre como ser simbólico se expresa precisamente
por símbolos concretos personales que son imágenes expresivas de sus valores y
su ética. Estas imágenes que representan valores son expresiones del YO de cada
persona evidenciando los polos axiológicos que modulan su pensamiento y su
conducta. En todos los niveles de existencia, el hombre va a desear entrar en
contacto con lo positivo y evitar o rechazar lo negativo”.
Por su parte, Rojas Bermúdez (1997) refiriéndose a la
dimensión temporal del psicodrama decía: “El psicodrama no sólo permite
explorar el pasado y trabajar el presente y tu problemática inmediata, sino que
nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en el futuro mediato mediante la
dramatización de la visión que el Protagonista tiene acerca de situaciones
significativas esperadas o por ocurrir en su proyecto vital. Aparecen
expectativas, deseos, presagios,
pronósticos, que se escenifican y desarrollan con todos los elementos
posibles.
Podemos dividir, desde el punto de vista técnico, la
visión futura del Protagonista en dos dimensiones: un futuro probable y un
futuro ideal, lo que nos permite discriminar la distancia que hay entre sus
expectativas de probabilidad cierta y el cumplimiento de sus deseos, si todas
las circunstancias se dan en su favor.”
Objetivo de la técnica
La presente técnica permite valorar la severidad de
algunas distimias depresivas y las posibilidades de los pacientes para
enfrentar las consecuencias personales y sociales de aquellas.
Procedimiento
En el Contexto Dramático, el Director le plantea al
Protagonista que arme una escena cotidiana cualquiera pero “actual”, en la que
podamos ver cómo se siente, especialmente en lo relativo a la depresión que
relató durante el caldeamiento.
Esta escena es el punto de partida del presente. Una
vez desarrollada, el Director le solicita al Yo-auxiliar que realice un Espejo
para que el protagonista pueda verse desde afuera.
A continuación le pide que arme la misma escena en 6
meses con el desenlace ideal que quiera darle a la misma, esto es, con todo lo
deseado, anhelado y positivo que le gustaría que ocurriera.
Una vez más el Yo-auxiliar hace el espejo de la
segunda escena.
Finalmente le pide al Protagonista que arme la escena
tal como cree que realmente va a ser en 6 meses.
El Yo-auxiliar hace otra vez el espejo.
En este momento se dispone de tres escenas de similares
componentes:
1) Presente y real
2) Futura e ideal
3) Futura y tal como es prevista por el Protagonista.
Generalmente si el paciente está efectivamente cursando una depresión, esta
escena será la que anticipe negativamente el futuro y tendrá un desenlace tan
extremo y autodestructivo como profunda sea la distimia.
El paciente deprimido, si es de estructura neurótica,
se encuentra apegado duraderamente a los objetos o situaciones. Está “anclado”,
con sus posibilidades de aprendizaje disminuidas y con sus proyectos de futuro
alterados en un campo psicológico tenso y amenazante (ansiedad y angustia). Con
la motivación sin objeto, o con la pérdida transitoria de la motivación, triste
y autodepreciado, no puede satisfacer sus necesidades ni establecer proyectos
para tal fin.
Para finalizar la etapa de dramatización, el Director
solicita al Protagonista que realice nuevamente la primera escena y le pide al
Yo-auxiliar que interactúe en alguno de los roles complementarios, transitando
lentamente hacia la escena número 3, utilizando para ello la técnica de
“interpolación de resistencias”. Yendo hacia lo peor, e
incluso peor que lo que el propio Protagonista había planteado, se busca
encontrar y conocer los límites de éste para reaccionar ante el apego a las
situaciones y conflictos que lo bloquean y encontrar los objetos que le
permitan satisfacer sus necesidades y visualizar el futuro con proyectos
vitales.
Durante la etapa de Comentarios, el Protagonista
expresa que sintió y vivió en cada una de las escenas, sus características y
contrastes, así como los desenlaces que dio a las mismas. Es muy importante que haga referencia cómo se vio a sí
mismo cuando el Yo-auxiliar realizaba el espejo de cada una de las escenas.
Es relevante observar si el paciente puede contrastar
e integrar la experiencia de la última escena con la de la escena número 2,
donde proyectaba la situación en el futuro en condiciones ideales. Las
similitudes y diferencias entre ambas pueden ser importantes para el aprendizaje
del paciente respecto de su apego, falta de motivación, carencia de proyectos, temores
y sentimientos negativos de carácter neurótico. Muchas veces el Protagonista
descubre que no estaba tan lejos de la escena ideal y que tampoco le era muy
costoso superar los obstáculos que se le planteaban en la dramatización.
El resto del grupo que conformaba el Auditorio, le
devuelve al Protagonista su pensar y sentir y le señala las contradicciones y
los recursos que pudo visualizar en el paciente.
El Director realiza sus comentarios sobre lo
dramatizado y resalta aquellos aspectos que puedan coadyuvar al aprendizaje de
vida del paciente.
El aspecto diagnóstico sobre la distimia depresiva es
patrimonio del Director quién lo reserva para el seguimiento del paciente y
para otras intervenciones psicodramáticas.
Referencias:
FORSELLEDO, A.G. “Bipolaridad Existencial. Técnica de
confrontación por imágenes simbólicas”, UNESU – Temas de Psicodrama.
Montevideo, 2008
FORSELLEDO, A.G. “El Psicodrama en las Depresiones
Involutivas y Seniles” UNESU – Temas de
Psicodrama. Montevideo, 2010
RAMOS TORRES, Verónica. “Fantasía y muerte. Una
aproximación a la propia muerte en terapia” Apuntes de Psicología, 2013, Vol.
31, número 3, págs. 327-333. Colegio Oficial de Psicología de Andalucía
Occidental.
ROJAS-BERMÚDEZ, J. Teoría y técnica
psicodramáticas. Barcelona:
Paidós, 1997.
Interpolación de Resistencias
“Moreno en Fundamentos de la Sociometría en 1962,
describe esta técnica como una forma de resistencia extrapsíquica, que consiste
en la intervención del terapeuta dando una consigna al yo auxiliar, o
introduzca elementos en la escena con el fin de poner a prueba la capacidad de
una persona para hacer frente a una situación inesperada, como que el yo
auxiliar reaccione desde su rol con el protagonista con una actitud que éste no
esperaba; por ejemplo, si un miembro de una pareja espera la recriminación del
cónyuge en una situación determinada y se encuentra con una actitud
comprensiva, su expectativa de rol se desvanece, ya que no se corresponde con
el supuesto rol-contrarrol de la escena interna del protagonista y le obliga a
plantearse una respuesta nueva, diferente y espontánea, lo que hace que el
protagonista muestre y pueda percibir así, sus recursos yoicos, y sus modos de
conducta y de vinculación más naturalmente, recurriendo a modelos más
reveladores de su personalidad. de los miembros de intervenir de una manera
diferente a la habitual” (Ramos Torres, 2013).