La Catarsis
Ariel Gustavo Forselledo
Licenciado en Psicología
Director de Psicodrama
Catarsis, es un vocablo proveniente del griego “kátharsis”, que significa “purificación”. En la tragedia, Aristóteles se refiere a la catarsis para expresar el particular efecto que ejercía la obra sobre sus espectadores. La describe como aquella purificación emocional, corporal, mental y espiritual que los espectadores experimentarían al ver las pasiones más diversas proyectadas en los personajes de la obra, contemplar el castigo merecido e inevitable que recibirían por las mismas, sin experimentar dicho castigo. Ello permitía a la audiencia experimentar dichas pasiones al identificarse con los personajes sin temor a sufrir sus verdaderos efectos.
El efecto “terapéutico” de la catarsis en el teatro residía en que el espectador se entendería mejor a sí mismo y no repetiría las situaciones que llevaron a los protagonistas a su trágico final.
Moreno, citado por Norberto Montero (2005) dice: “Este concepto de catarsis ha sufrido una alteración revolucionaria desde que comenzó el psicodrama sistemático en Viena en 1919. Este cambio ha sido ejemplificado por el alejamiento del drama escrito (conservado) a favor del drama espontáneo, pasando el énfasis de los espectadores a los actores”. “En mi tratado El teatro de la espontaneidad, publicado en 1923, la nueva definición de catarsis fue ésta: Este (el psicodrama) produce un efecto terapéutico, pero no en el espectador (catarsis secundaria) sino en los actores-productores que crean el drama y que, al mismo tiempo, se liberan de él”. “Dos caminos condujeron a la concepción psicodramática de la catarsis mental... Uno fue el que aceptó el concepto aristotélico. El otro partió de las religiones del Oriente y el Cercano Oriente. Estas religiones sostuvieron que un Santo, para convertirse en Salvador, tiene que hacer un esfuerzo; tiene, primero, que realizarse y salvarse a sí mismo. En otras palabras, en la situación griega se concebía al proceso de catarsis mental como centrado en el espectador, o sea que se trataba de una catarsis pasiva. En la situación religiosa el proceso de catarsis tenía lugar en el actor, siendo su vida real el escenario. Se trataba de una catarsis activa. Podríamos decir que se enfrentan aquí la catarsis pasiva con la activa, la catarsis estética con la ética. Estos dos movimientos que hasta ahora han seguido sendas independientes han sido sintetizados por el concepto psicodramático de catarsis. De los antiguos griegos hemos conservado el drama y el escenario, de los hebreos hemos tomado la catarsis del actor. El espectador mismo se ha convertido en actor”. Traer un trauma a la conciencia y vivenciarlo de nuevo, esto supone una gran catarsis emocional conocida como abreacción”.
También Freud y Breuer retoman el concepto y llaman método catártico a la expresión o evocación de una emoción o de una representación reprimida durante las sesiones de hipnosis lo que, para estos autores, genera un desbloqueo de tales estados reprimidos, con un efecto a largo plazo que le permite elaborar los mismos.
Moreno entiende que la catarsis de abreacción es un paso previo a otra que es la verdaderamente terapéutica y que denomina: “catarsis de integración”.
Rojas Bermúdez (1984) dice: “En la Catarsis de Integración, lo que sale es el paciente mismo y al salir de algo que lo estaba conteniendo, realiza su Yo, se expresa, contacta con los demás integrantes de la situación sicodramática en la experiencia vivida en común. Dice Moreno ‘La catarsis de integración es engendrada por la visión de un nuevo universo y por la posibilidad de un nuevo crecimiento (la abreacción y el desahogo de emociones son sólo manifestaciones superficiales)’.
La catarsis de integración no es un fenómeno constante en todas las sesiones sicodramáticas, pero sí de los períodos críticos del tratamiento, en los que se rompen estereotipos y tabicamientos yoicos”.
Lo que caracteriza a la catarsis de integración es la liberación de la espontaneidad y la creatividad, así como la sorpresa que siente el paciente cuando logra lo nuevo, lo integrador, que no es otra cosa que la iluminación del campo y el insight psicoterapéutico.
Referencias
- LAPLANCHE, J. PONTALIS, J. B., “Diccionario de psicoanálisis”. Paidós, Buenos Aires, 9a. ed., 2007,
MONTERO, N. “Introducción al Psicodrama de Moreno”. Escuela Sistémica Argentina. 2005. Fuente: http://www.escuelasistemica.com.ar/wp-content/uploads/2013/01/13-PSICODRAMA-MORENO.pdf
- ROJAS BERMUDEZ, J.G. ¿Qué es el Psicodrama? Ed Celcius. Buenos Aires, 1984BREUER, J.
- FREUD, S. “Studies on Hysteria”. Nervous and Mental Disease Monographs, Nº 61. Coolidge Foundation Publishers. New York. p. 20.
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